El concepto de esta instalación es la conexión del ser humano con su parte divina, una vez traspasados los límites físicos y materiales.
Intento crear un espacio de quietud y silencio donde poder llevar la mirada hacia el interior y descubrir la unión de cada uno con la totalidad, el universo, el infinito y a la vez ver la conexión con todo lo creado, ver como cada ser, cada ente, es parte de esa totalidad y parte de nosotros. Somos consciencia sin límites que se expande hasta el infinito.
Para crear este espacio de quietud y dar sensación de levedad y ligereza, me he servido de la representación de la figura humana, en actitud meditativa, realizada en tinta china sobre papel vegetal, sin ningún tipo de marco y colgadas del techo con hilo transparente.
Con el papel vegetal consigo la transparencia y ligereza que busco en las figuras, mientras que la realización de las figuras en tinta china implica una concentración y presencia plena, ya que cada trazo es definitivo y viene directamente del alma del artista.
Siempre que hay presencia plena, hay conexión con el alma, que al final es la función del arte : la conexión con lo mas elevado del ser humano.